Marqués de Montañana da nombre a los vinos fruto de las cepas que han crecido durante cientos de años en las legendarias colinas de tierra rojiza de Calatayud. Dos de las variedades autóctonas de Aragón son las protagonistas de esta gama de vinos: Viura (vino blanco) y Garnacha (tinto joven y semi-crianza).
La nobleza Española tiene sus orígenes en los tiempos en los que Don Pelayo inició la Reconquista de los territorios ocupados por los árabes. La noble distinción de Marqués designaba a todo señor encargado de defender las fronteras de los reinos españoles. Montañana era una de las más peligrosas fronteras del reino de Aragón. Se dice que el señor de
Montañana elaboraba un vino especial con uvas traídas de las más lejanas colinas del reino y que daba de beber a sus caballeros antes de cada batalla. Montañana nunca fue derrotada y aún hoy, es recordada por el poder de sus vinos.